Como todos sabéis Alexander Fleming fue uno de los grandes científicos de la historia. Nació el 6 de agosto de 1881 en Ayrshire (Escocia) y murió de un infarto en Londres, el 11 de marzo de 1955. Fleming fue el científico británico que descubrió la proteína antimicrobiana llamada lisozima y que consiguió el antibótico de la penicilina obtenido a partir del hongo Penicillium chrysogenum, cuya obtención proporcionó una nueva rama de medicamentos (los antibióticos) que hoy en día salvan tantas vidas, y que en su tiempo ayudó a los ejércitos ingleses y estadounidenses durante la segunda guerra mundial. En España su primer éxito fue la curación del doctor Carlos Jiménez Díaz que salvó su vida con la ayuda de la penicilina que consiguieron sus discípulos para combatir su neumonía. Hoy en día la penicilina sigue siendo útil, es el bálsamo curativo de infecciones de garganta y oído, de la sífilis, de la fiebre reumática...etc. Con la penicilina se producen antibióticos tan comunes como la amoxicilina, la ampicilina o el cefadroxil.
Fleming halló la penicilina “accidentalmente” en el año 1928 ya que un moco de su nariz producto de un estornudo calló en una placa de Petri con cultivos bacterianos. Unos días después observó que las bacterias habían sido destruidas. Antes de destruir los cultivos notó que la colonia de un hongo había crecido espontáneamente, como un contaminante, en una de las placa de Petri sembradas con Staphylococcus aureus. Fleming comprobó que las colonias bacterianas que se encontraban alrededor del hongo (conocido como Penicillium notatum) eran transparentes debido a una lisis bacteriana. La Penicillium es un moho que produce una sustancia natural con efectos antibacterianos: la penicilina. La lisis significaba la muerte de las bacterias, y en su caso, la de las bacterias patógenas (Staphylococcus aureus) crecidas en la placa.
Fleming comunicó su descubrimiento sobre la penicilina en el British Journal of Experimental Pathology en 1929. Cabe destacar que un científico costarricense, llamado Clodomiro Picado Twight había descubierto la penicilina antes que Fleming, sin embargo él no lo patentó. Así pues, durante la segunda guerra mundial, los químicos norteamericanos Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey desarrollaron un método de purificación de la penicilina que permitió su síntesis y distribución comercial para el resto de la población.
Fleming recibió el premio Nobel de medicina en el año 1945, junto a Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey.
Si queréis saber más información sobre A. Fleming y sobre la penicilina tenéis muchas páginas por visitar, pero yo he sacado esta información de:
Actualmente, 80 años después del nacimiento de la penicilina, siete grupos europeos de investigación, entre ellos uno español, el Instituto de Biotecnología de León (Inbiotec), se han unido para secuenciar el genoma del hongo del que se obtiene la penicilina, el Penicillium chrysogenum. En el próximo número de “Nature Biotechnolgy” se dará a conocer dicha secuencia, planteando también mejoras a la producción de la penicilina, obtención de nuevos fármacos o la lucha ante la resistencia de las bacterias cuando son invencibles al tratamiento antibiótico.
Cabe destacar que dos biotecnólogos españoles, Juan Francisco Martín y Carlos García-Estrada, de Inbiotec, han sido partícipes de este proyecto estudiando el nivel de expresión de cada uno de los genes.
El resultado del mapa genético ha revelado que el hongo contiene alrededor de 13500 genes, de los cuales 10 influyen directamente en la penicilina. De esta forma, se podrán desarrollar antibióticos con “menos productos contaminantes”. Además, el hongo contiene otros compuestos con actividad farmacológica del cual podrían salir nuevos antibióticos contra el cáncer según ha expresado Francisco Martín.
La tercera vía que abre el genoma es la lucha contra las resistencias bacterianas. Así pues, se puede pensar en manipular genes para fabricar penicilinas que burlen la resistencia de la bacteria y puedan combatir la infección. Y si esto no ocurriera, intentar que sean eficaces hasta que las bacterias generen resistencias contra estos nuevos antibióticos.
Estoy, así como toda la humanidad, agradecido a A. Fleming por su enorme descubrimiento, ya que gracias a él y a los posteriores descubrimientos se han salvado miles de vidas. Pero sobretodo estoy rendido a las nuevos tratamientos que potencian cada vez más la medicina mundial, y sobretodo me honra y me llena de orgullo que dos españoles participen en un proyecto a escala europea y mundial con tanto futuro por delante. Hoy en día, la investigación en España, está muy mal tratada, los hay buenos (investigadores), claro está, también hay buenas universidades e institutos de investigación, pero muchos “cerebritos” emigran a otros países donde luego exhiben sus auténticos conocimientos. La biotecnología y la microbiología evolucionan constantemente. Es curioso ver como a partir de un “simple” hongo se pueden hallar tratamientos para enfermedades como un simple resfriado, infecciones de garganta y oído, la sífilis...etc y con los posteriores hallazgos mejorar estos antibióticos y estos tratamientos que dentro de un tiempo incluso podrán tener más ámbito curativo, extendiéndose hasta el cáncer.
Hasta aquí mi comentario sobre una noticia que he encontrado en el periódico ABC, podéis verla en el siguiente enlace:
También he encontrado algunas páginas interesantes sobre ciencia, he aquí dos:
También, en el periódico l’AVUI de Cataluña, y en su web: www.avui.cat hay algunos artículos, entre otros aquel de los premios Nobel de medicina que nos dio a conocer Toni en la VilaWeb y que Laura comentó.
Pere Cabello Yeves
1 comentari:
No cabe duda que Fleming ha estornudado muchas veces y ha tenido muchos mocos durante su vida. Pero la teoria más popular inglesa establecida sobre el descubrimiento de la penicilina confirma que tras dejar durante un tiempo platos sucios, en concreto un vaso , Fleming, lo encontró cubierto con moho. Por consiguente el científico descubrió que allí dónde había moho las bacterías que estaba produciendo habían desaparecido.Así llegó a la conclusión de que el moho produciendo una sustancia que mataba a las bacterias .No obstante después de un período, Fleming logró demostrar que ese tipo de sustancia detiene el desarrollo de otras bacterias nocivas. Efectivamente aquello que descubrió Fleming era la penicilina (Penicilium notatum), que resulto útil tanto para los humanos como para los animales.
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